En el primer semestre de 2017, el 47% de los 201 feminicidios ocurridos en el país, fueron adolescentes y mujeres jóvenes menores de 30 años, de acuerdo a estadísticas del Instituto de Medicina Legal.
Muchos de estos casos no son judicializados o más bien las investigaciones no logran identificar a los responsables y llevados a tribunales. Según medios de prensa, algunas adolescentes fueron asesinadas por negarse a las pretensiones de pandilleros que las acosaban sexualmente, especialmente en el área rural. Yesenia, de 16 años, y Gloria, de 14 años, son algunas de ellas. La primera fue asesinada en el caserío El Chorizo, cantón El Bebedero, San Julián, Sonsonate, porque se negó a ser novia de un pandillero que opera en la zona donde vivía (http://www.laprensagrafica.com/2017/02/13/naj1302-homicidos-findesemana). Gloria tenía 14 años, cursaba séptimo grado en San Matías, en La Libertad. Según la PNC y sus familiares, despreció a un pandillero que la acosaba (http://diario1.com/zona-1/2017/03/gloria-la-estudiante-asesinada-por-no-aceptar-ser-novia-de-un-pandillero/).
Los suicidios no están incluidos en las cifras expuestas en el recuadro anterior, pero una adolescente de 14 años murió en el hospital Nacional “Dr. Jorge Mazzinni” de Sonsonate, donde era atendida desde hacía seis días luego de ingerir una sustancia venenosa en el caserío San Miguelito, Sonsonate. Fuentes extraoficiales aseguran que la adolescente fue inducida por su novio a ingerir la sustancia venenosa, aunque esta versión no ha sido confirmada por la policía.
