Los datos de la Policía Nacional Civil indican un incremento de la violencia sexual en el país, tal como ha sido confirmado por la relatora de las Naciones Unidas de todas las formas contemporáneas de esclavitud, que visitó el país en abril de 2016.
En el periodo de enero a agosto de 2016, se conoció de 1244 violaciones en menores de edad, en el mismo periodo de 2015, se contabilizaron 597; incluyendo los casos de estupro, agresiones sexuales y violaciones en menores de edad, se registra 2311 casos, una cifra superior con relación a las 1123, registradas hasta el 20 de agosto de 2015, como se muestra en las gráficas adjuntas.
La violencia sexual contra niñas y adolescentes, es una problemática histórica y no coyuntural, sino permanente presente en la sociedad salvadoreña, aunque esta no siempre es denunciada, debido a la tolerancia y naturalización de la violencia contra las mujeres, que persiste en el país, como resultado del machismo, sexismo y adultocentrismo presente en la sociedad.
El estudio Situación de las niñas, niños y adolescentes atendidas (os) por el ISNA, periodo 2008 – 2010, destaca la carencia de acciones institucionales y sociales en los últimos 20 años, especialmente aquellas que sean de prevención, investigación del delito e infracciones. La victimización de mujeres, niñas, niños y adolescentes es la más grave consecuencia de esta inseguridad y violencia social, los datos reflejan crecientes tasas de feminicidios homicidios cometidos a niñas, niños y adolescentes.
Agrega, además, que este tipo de violencia contra las niñas y adolescentes tiene a su base la violencia contra las mujeres por razones de género…Esta es “el ejercicio de poder y control sobre los cuerpos femeninos por parte de los hombres como propósito de la degradación y el control hacia las mujeres utilizando para ello la sexualidad. Es resultado de las relaciones de poder entre mujeres y hombres que han marcado en la historia regímenes que han oprimido y discriminado por mucho tiempo a las mujeres, y sobre todo por el trato desigual en todos los ámbitos, refiriéndose desde su nacimiento, en el proceso de crecimiento y desarrollo (niñez y adolescencia), en la vida de hogar o familia y en el lugar de trabajo. La mujer es victimizada por haber nacido con ese sexo, por su condición de mujer, el dominio económico, la prohibición de la formación intelectual, por su papel secundario en la sociedad, deber de obediencia y subordinación, así como las leyes, la religión y todo lo que concentra el poder. Existe una brecha desigual entre los roles de la mujer y el hombre, ya que este busca el control, valor y dominio de la razón sobre la mujer. Esas condiciones han trascendido a la fecha, ya que actualmente se ve normal que las leyes y los valores se rijan por el patriarcado machista.
Por departamento, puede ver especialmente como La Libertad, San Salvador, Santa Ana y Sonsonate, suman el 56.67 de los casos de violaciones; mientas que Cabañas, Santa Ana, La Unión, totalizan entre sí el 64.97%.
