Más del 10% de los homicidios que se cometen en el país corresponden a personas menores de 18 años, según datos del Instituto de Medicina Legal que indica que 228 niños, niñas y adolescentes murieron de manera violenta de enero a julio a 2017. Algunos de ellos en hechos delincuenciales directos y otros en fuego cruzado.
José Alfredo Torres Martínez de 8 años, murió por una lesión de bala tras un frustrado asalto en Usulután. El hecho ocurrió cuando unos hombres intentaron asaltar a otra persona. Una de las balas afectó al niño que estaba junto a la abuela (http://www.laprensagrafica.com/2017/01/06/fallece-nio-de-8-aos-tras-frustrado-asalto-en-usulutan)
Un niño de cuatro años y su padrastro, quien trabajaba en una taquería y pupusería en el municipio de Santo Domingo de Guzmán, Sonsonate, fueron asesinados dentro del negocio por presuntos pandilleros. La madre del menor también resultó herida. Los fallecidos fueron el niño Wílber Alejandro Linares y Darwin García de 23 años. José Enrique Melara, de 16 años, estudiante del INTI fue asesinado a balazos en el cantón Mil Cumbres, Panchimalco, en San Salvador y frente a su madre, cuando se dirigía hacia su centro de estudios (http://www.lapagina.com.sv/nacionales/127482/2017/04/21/Matan-a-estudiante-en-Panchimalco).-